Ávila tiene una enorme tradición en la crianza y el consumo de cabrito, aunque el grueso de la producción sea disfrutado fuera de la Provincia, incluso fuera de la Comunidad Autónoma de Castilla y León, siendo Madrid el principal destinatario de este manjar.
Los cabritos se sacrifican principalmente en los mataderos de Candeleda, Arenas de San Pedro y Ávila capital.
El cabrito es alimentado exclusivamente con la leche materna y se sacrifica con 20 a 25 días y entre 5 y 7 kg. de peso. La carne es tierna y de color blanco nacarado, sin grasa apenas, y muy jugosa. La excelencia de esta carne viene dada por la calidad de los pastos que consume el rebaño de cabras, caracterizados por la finura que les confieren La diversidad de especies vegetales que los integran y las tierras serranas donde se asientan.
Podemos encontrar también en el mercado otro tipo de cabrito, con más edad, 35 a 40 días, y un peso entre 8-11 kg. que igualmente es de gran calidad.
Es un plato tradicional en extensas zonas de la Provincia, donde se produce, y lo podemos encontrar en algunos restaurantes, majestuosamente asado al horno de leña o frito.
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