La pandemia obligó a suspender un acto multitudinario que se iba a celebrar en Ávila el 11 de junio, presidido por el Rey y al que acudirían entre 18.000 y 20.000 personas
El que iba a ser un acto multitudinario y colorista, presidido por el Rey el pasado día 11 de junio, que reuniría en Ávila entre 18.000 y 20.000 personas para asistir a la jura de cargos de la mayor promoción de nuevos policías que han pasado por la Escuela de Ávila, se convirtió en 54 actos íntimos en otras tantas localidades de la geografía española, como el que se desarrolló en la tarde de ayer en Ávila y en el que el juraron sus cargos diez nuevos agentes que han estado realizando sus prácticas respectivas en la Comisaría Provincial de Ávila. El acto íntimo de Ávila, celebrado en el Auditorio Municipal de San Francisco, reunió poco más de medio centenar de personas, familiares de los nuevos agentes, autoridades y medios de comunicación abulenses. Esta promoción estaba integrada por 3.176 nuevos policías.
El acto central se celebró por la mañana en Madrid en el Complejo Policial de Canillas, con la presencia del Rey y ministro del Interior, el director general de la policía y de la cúpula policial. En el mismo juraron su cargos unos seiscientos nuevos agentes de la XXXIV Promoción del Cuerpo Nacional de Policía.
La COVID-19 lo ha trastocado todo, también este acto y un detalle: el tradicional lanzamiento de gorras que tiene lugar al final del acto en esta ocasión se convirtió en un gesto de los nuevos agentes de elevar la mano hacia arriba con la gorra, pero sin llegar a soltarla. El auditorio se había preparado para la ocasión con una zona de entrada y otra de salida y con indicaciones para respetar los espacios, la obligación de portar mascarilla, y la limpieza y desinfección puntual del estrado cada vez que intervenía un ponente.
El acto fue presidido por el subdelegado del gobierno en Ávila, Arturo Barral, que se encargó de cerrar con un discurso positivista y de felicitación a los nuevos agentes. Antes había entregado el despacho a uno de los diez alumnos, Miguel Sánchez Nieto, que fue el único en subir a la tarima de presidencia para recibir el nombramiento, en representación de sus compañeros.
El subdelegado recordó que esta promoción era la mayor de toda la historia de la Policía Nacional. Y puso en valor la importante labor que la Policía Nacional ha realizado en estos duros meses. Señaló en este sentido que las denuncias realizadas conjuntamente con la Policía Local de Ávila han hecho de Ávila una de las ciudades donde menos denuncias se han puesto a los ciudadanos particulares, y que estas han sido acompañadas por «una labor didácticas y de aprendizaje con la ciudadanía. Se ha preferido instruir que denunciar y sancionar. Es muy importante que la gente tenga conocimientos, que sepa en qué situación nos encontramos y por ello ha sido encomiable esta labor de la policía». «Es una tarde de alegría y de satisfacción inmensa porque el cuerpo de la Policía Nacional vuelve a ser ejemplo y luz de todas las administraciones públicas», dijo el subdelegado.
El comisario de Ávila, Emilio Pérez Castelani, recordó que a la misma hora en el que se celebraba el acto de Ávila también tenía lugar otros 54 actos semejantes en otros puntos de la geografía española.
El comisario en su intervención invitó a los nuevos agentes a mantener los valores que siempre han caracterizado a los miembros de este cuerpo policial: integridad, lealtad, vocación de servicio, compañerismo… y les aconsejó: «Aprended de los mayores y seréis los mejores policías».
En cuanto a las prácticas que han realizado los diez nuevos agentes en esta comisaría el Pérez Castelani señaló que en estos meses han pasado por las distintas brigadas y se han tenido que enfrentar a una situación que no estaba programada y que ha sido muy grave. «Han dado un ejemplo desde el primer momento de profesionalidad. No parecían chavales con falta de experiencia».
Por su parte, el alcalde de la ciudad, Jesús Manuel Sánchez Cabrera, que estuvo presente en este acto recalcó que «los abulenses nos sentimos muy orgullosos del Cuerpo Nacional de Policía y que la Escuela Nacional de Policía esté en la ciudad de Ávila. Hoy nos hubiera gustado estar todos en la Escuela, acompañando a esos más de 3.000 alumnos que tenían que jurar, pero la salud es lo primero y es lo que tiene que imperar en este caso. Responsablemente la Dirección General de la Policía ha optado por que se hagan distintos actos y aquí, en Ávila, se ha organizado en la casa de todos, que es el Auditorio de San Francisco».
Fuente: Diario de Ávila
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